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BIOGENFINE

Laboratorio Psicofarma Medicamento / Fármaco BIOGENFINE

Denominación genérica: Morfina.

Forma farmacéutica y formulación: Solución inyectable. Cada ampolleta contiene: Sulfato de morfina pentahidratada 25 mg y 50 mg. Vehículo, cbp 1 mL y 2 mL. Cada jeringa prellenada contiene: Sulfato de morfina pentahidratada 25 mg y 50 mg. Vehículo, cbp 1 mL y 2 mL.

Indicaciones terapéuticas: BIOGENFINE contiene sulfato de morfina, un analgésico narcótico derivado del opio. Está indicado en el tratamiento del dolor agudo o crónico, de moderado a severo, como dolor oncológico, dolor postoperatorio inmediato, dolor asociado a IAM (Infarto Agudo al Miocardio) y en dolor por quemaduras. BIOGENFINE también se encuentra indicado en disnea asociada a insuficiencia ventricular izquierda y edema pulmonar, y en ansiedad ligada a cirugía. Por vía epidural o subaracnoidea, BIOGENFINE alivia el dolor por períodos prolongados sin pérdida de las funciones motora, sensorial ni simpática.

Farmacocinética y farmacodinamia: Farmacocinética: Absorción: El sulfato de morfina es absorbido fácilmente después de su administración parenteral y puede penetrar fácilmente la médula espinal después de la administración epidural o intratecal. Por vía IM o SC, las concentraciones máximas se alcanzan a los 30-60 minutos y brinda un efecto de 4 a 6 horas. Por vía intravenosa, el efecto analgésico se alcanza rápidamente pero es fugaz (2-3 horas), por lo que si se precisa un efecto mantenido se debe administrar por infusión continúa. Por vía espinal, la cinética es muy distinta y es diferente si la administración es epidural o intratecal. Una dosis intratecal de 0.2 a 1 mg proporciona una analgesia sostenida de hasta 24 horas. La administración epidural de morfina proporciona una analgesia que comienza a los 15-30 minutos y dura entre 4 y 24 horas. Aunque la morfina epidural es rápidamente absorbida, pasando a la circulación sistémica, la analgesia se prolonga incluso cuando ya no existen niveles detectables del fármaco en el plasma. Tras la aplicación epidural, parte de la morfina pasa a la circulación sistémica o queda secuestrada en el espacio epidural, por lo que las concentraciones alcanzadas en el asta posterior son inferiores a la que se alcanza por vía intratecal. Como la morfina es poco liposoluble, permanece mucho tiempo en el espacio raquídeo (hasta 24 horas) y alcanza concentraciones en el líquido cefalorraquídeo que son 40 a 220 veces superiores a las de plasma. Distribución: El sulfato de morfina se distribuye con rapidez en todo el organismo; sin embargo, debido a su carácter hidrofilíco atraviesa con dificultad, aunque en cantidad suficientemente, la barrera hematoencefálica (concentraciones en LCR: 17.5% de las plasmática); y bien la placentaria. La propia morfina no persiste en los tejidos y 24 horas después de administrar la última dosis, su concentración en ellos es pequeña. En promedio 35% del sulfato de morfina se une a las proteínas plasmáticas, principalmente a la albúmina. Metabolismo: La vía principal de biotransformación del sulfato de morfina consiste en conjugación con ácido glucurónico. Los dos principales metabolitos formados son morfina-6-glucurónido (M-6-G) y morfina 3-glucurónido (M-3-G); por N-desmetilación con formación de normorfina; por sulfatación y por metilación. La morfina 6-glucorónido es el metabolito principal de la morfina y tiene acciones indistinguibles de las del fármaco inalterado. En adultos, la vida media de la morfina es de 3 horas; y de 2.5 a 7 horas para su principal metabolito (morfina-6-glucorónido). Eliminación: La morfina se excreta en pequeñas cantidades como fármaco inalterado. Aproximadamente, 90% del metabolito morfina 3-glucurónido se elimina principalmente por filtración glomerular durante el primer día. Se produce circulación enterohepática de la morfina y de sus glucurónidos, lo cual explica la presencia de cantidades pequeñas del fármaco en heces y orina durante varios días después de administrada la última dosis. Cuando se aplica vía epidural el sulfato de morfina tiene una vida media terminal de 90 minutos (39-349 minutos); cuando es aplicada por vía intratecal su vida media es de 90 minutos (42-136 minutos). Poblaciones especiales: En niños, a los seis meses de edad, se alcanzan valores obtenidos de la función renal en el adulto. En pacientes de mayor edad se recomiendan dosis más bajas de morfina, la cual se basa en su volumen más pequeño de distribución y en la disminución general de la función renal en los ancianos. Farmacodinamia: El sulfato de morfina tiene la propiedad de inhibir, de manera directa, la transmisión ascendente de información nociceptiva desde el asta dorsal de la médula espinal, y activar circuitos de control del dolor que descienden desde el tallo encefálico, por medio de la parte dorsal ventromedial del bulbo raquídeo hasta el asta dorsal de la médula espinal. La analgesia producida por el sulfato de morfina está relacionada con la existencia de receptores estereoespecíficos opioides presinápticos y postsinápticos en el sistema nervioso central (SNC), plexo mesentérico y otros territorios orgánicos. El sulfato de morfina imita la acción de las endorfinas produciendo una inhibición de la actividad de la adenilciclasa; manifestándose por una hiperpolarización neuronal con supresión de la descarga espontánea y respuestas evocadas; interfiriendo en el transporte transmembrana de iones calcio, donde actúa en la membrana presináptica interferiendo con la liberación del neurotransmisor. Produciéndose un aumento en la concentración de K+, especialmente por activación de los receptores Mu y Delta, los receptores principalmente involucrados en la analgesia (receptores Mu), logrando con ello un control del dolor, independientemente de su intensidad y origen. Los efectos farmacológicos de sulfato de morfina se producen por una mezcla de depresión y estimulación de algunas funciones del SNC, así como influencias simpaticomiméticas y parasimpaticomiméticas.

Contraindicaciones: BIOGENFINE se encuentra contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a morfina y sales que la contengan, así como a los componentes de la fórmula. BIOGENFINE no se debe administrar en pacientes con depresión respiratoria (SatO2 menor a 80%). Los agonistas opiáceos se deben evitar en los pacientes con graves enfermedades pulmonares como el asma agudo o crónico o con enfermedades pulmonares obstructivas e íleo paralítico. Su uso junto con inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO) hasta 2 semanas previas a la administración de morfina está contraindicado. De misma forma, se contraindica en traumatismo craneoencefálico e hipertensión intracraneal, intoxicación alcohólica o Delirium tremens.Pacientes con epilepsia, tétanos o en intoxicación con estricnina y en enfermos de mixedema.

Precauciones generales: BIOGENFINE se debe utilizar con precaución en pacientes con problemas digestivos, incluyendo obstrucciones intestinales, colitis ulcerosa o constipación; los pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales son más sensibles a los efectos constipantes de los agonistas opiáceos. La morfina y los opiáceos en general aumentan el tono del tracto biliar produciendo espasmos del esfinter de Oddi, aumentando la presión en el tracto biliar. Los efectos biliares de la morfina son los responsables de que las concentraciones plasmáticas de amilasa y lipasa sean entre 2 y 15 veces superiores a las normales. Por este motivo, los agonistas opioides se deben usar con precaución en los pacientes con enfermedades biliares o en pacientes que vayan a ser sometidos a operaciones biliares. BIOGENFINE debe ser retirado gradualmente, con el fin de evitar el síndrome de abstinencia. Se recomienda reducir las dosis a la mitad durante dos días, luego al 25% durante otros dos días en todos aquellos pacientes que hayan recibido >30 mg/día o hayan sido tratados crónicamente. La morfina puede originar dependencia psicológica en un pequeño número de pacientes lo que puede conducir a abusos del fármaco. Los pacientes que presentan un mayor riesgo son los que tienen historia de drogadicción. Es muy raro que la morfina llegue a inducir dependencia en los pacientes tratados crónicamente para el alivio del dolor crónico, tal como el dolor oncológico. La morfina y otros agonistas opiáceos estimulan los núcleos vagales medulares produciendo efectos colinérgicos que se traducen en bradicardia, y estimulan la secreción de histamina, que ocasiona una vasodilatación periférica. Estos efectos pueden ocasionar problemas en los pacientes con enfermedades cardíacas. Se recomiendan tomar las precauciones apropiadas si la morfina se administra a pacientes con arritmias cardíacas, hipotensión o hipovolemia. El sulfato de morfina puede ocasionar síncope e hipotensión ortostática. El sulfato de morfina puede causar retención urinaria y oliguria al aumentar la tensión del músculo detrusor. Los pacientes más propensos a padecer este efecto son los sujetos con hiperplasia prostática, estenosis de los uréteres o enfermedades renales. En estos últimos, la insuficiencia renal puede ocasionar la acumulación de la morfina si esta se administra durante períodos prolongados. Estos pacientes requieren una estrecha vigilancia para evitar efectos tóxicos, y se deben administrar dosis más bajas o prolongar los intervalos entre dosis. Los niños pueden ser tratados con agonistas opiáceos, incluyendo la morfina teniendo en cuenta que su aclaramiento es muy variable, en particular durante los primeros 6 meses de vida. Se recomienda vigilar a los niños de menos de 6 meses por lo menos hasta 24 horas después de la última dosis de morfina para prevenir un posible desarrollo de apnea. Los niños de menos de 50 kg de peso son más sensibles a los efectos de los opiáceos y necesitan un reajuste de la dosis en función de su peso corporal. En esta población no se han determinado la seguridad y eficacia de la morfina epidural o intratecal. Los pacientes geriátricos son más susceptibles a los efectos analgésicos del sulfato de morfina mostrando niveles plasmáticos más elevados y una mayor duración de la acción analgésica. Igualmente son más susceptibles a las reacciones adversas, especialmente a la depresión respiratoria y a la sedación. Este aumento de la susceptibilidad se debe probablemente a una alteración del volumen de distribución y a una reducción de la eliminación. En esta población se deben reducir las dosis iniciales de morfina, reajustándolas después en función de las respuestas clínicas. No se administre junto con bebidas alcohólicas y/o en estados etílicos.

Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia: Sulfato de morfina es categoría B en el embarazo. En estudios realizados en animales no se ha puesto de manifiesto ningún efecto teratogénico del sulfato de morfina. En recién nacidos, la administración de dosis altas inmediatamente antes del parto o durante este, aunque sea durante un período breve, puede provocar depresión respiratoria. Además, al final del embarazo, la ingesta crónica de morfina por parte de la madre a cualquier dosis puede provocar síndrome de abstinencia en el recién nacido. En estas condiciones de uso debe preverse el control del recién nacido. Por consiguiente, solo de ser necesario se podrá administrar sulfato de morfina durante el embarazo, siempre que se tengan en cuenta las precauciones anteriormente descritas. Sulfato de morfina no debe ser administrado durante la lactancia.

Reacciones secundarias y adversas: Los efectos adversos del sulfato de morfina son, en general, frecuentes y moderadamente importantes. Se deducen claramente de sus acciones farmacológicas. Los efectos adversos presentados con mayor frecuencia son: náuseas y vómitos, los cuales se incrementan cuando el paciente está en posición de pie o ambulatoria; aparece inicialmente en el 50 % de los pacientes, pero se crea tolerancia con rapidez. También suele presentarse miosis, estreñimiento y retención urinaria, pero con ellos no se produce tolerancia y pueden requerir medidas coadyuvantes. En relación con la dosis administrada y susceptibilidad de los pacientes puede ocasionar depresión respiratoria, dependencia física o adicción psicológica, tolerancia, somnolencia, confusión, delirium, euforia y disforia. Otros efectos presentados con la administración de sulfato de morfina son: cefalea, agitación, temblor, convulsiones, alteraciones del humor (ansiedad, depresión), rigidez muscular, alucinaciones, insomnio, hipertensión intracraneal, sequedad de boca, espasmo de la laringe, diarrea, calambres abdominales, alteraciones del gusto, taquicardia, bradicardia, hipertensión, hipotensión, colapso cardíaco, reducción de la libido, impotencia, visión borrosa, nistagmos, diplopía, miosis, edema, urticaria, erupciones exantemáticas, dermatitis de contacto, dolor en el punto de inyección.

Interacciones medicamentosas y de otro género: Morfina interactúa con los siguientes medicamentos: Barbitúricos (tiopental, fenobarbital, fentobarbital, aprobarbital, etc.): el uso concomitante con morfina aumenta el efecto depresor de esta. Benzodiacepinas(alprazolam, bromazepam, diazepam, lorazepam, midazolam, etc.): el uso concomitante con morfina aumenta el efecto depresor de esta. IMAO (pargilina, selegilina, rasagilina, etc.): el uso concomitante con morfina puede ocasionar hipotensión, aumento de los efectos sobre SNC y mayor riesgo de depresión respiratoria. Fenotiacidas (clorpromazina, tioridazina, etc.): el uso concomitante con morfina puede ocasionar aumento de los efectos sobre SNC y mayor riesgo de depresión respiratoria. Se ha reportado antagonismo del efecto analgésico por vía epidural de la morfina con clorpromazina. Antagonistas H2 (cimetidina, etc.): el uso concomitante con morfina puede precipitar apnea y confusión porque inhibe el metabolismo de los analgésicos opiáceos. Nitrofuronas (furazolidona): el uso concomitante con morfina puede ocasionar hipotensión, aumento de los efectos sobre SNC y mayor riesgo de depresión respiratoria. Oxazolidinonas (Linezolida): el uso concomitante con morfina puede ocasionar hipotensión, aumento de los efectos sobre SNC y mayor riesgo de depresión respiratoria. Beta bloqueador (Esmolol): el uso concomitante con morfina causa bradicardia e hipotensión. Hormonas (Somatostatina): el uso concomitante reduce el efecto analgésico de la morfina. Biguanidas (Metformina): el uso concomitante aumenta en suero las concentraciones plasmáticas de morfina, incrementando el riesgo de una acidosis láctica. Rifamicinas (Rifampicina, rifapentina, etc.): el uso concomitante disminuye la eficacia de la morfina. Fenotiazinas (perfenazina): el uso concomitante incrementa los efectos sobre SNC y aumenta el riesgo de depresión respiratoria. Opioides agonistas -antagonistas (pentazocina, nalbufina, butorfanol y buprenorfina): el uso concomitante con morfina puede precipitar un síndrome de abstinencia y aumentar el dolor. Antagonistas opiáceos (nalmefeno, naloxona o naltrexona): tienen unos efectos farmacológicos opuestos a los de la morfina, por lo que bloquean los efectos de la morfina. Relajantes musculares (Metocarbamol, etc.): el uso concomitante con morfina puede producir aumento de la depresión respiratoria. Anestésicos locales (cloroprocaína): Se ha observado que el uso epidural reduce la duración de la analgesia con morfina por vía epidural. Antidepresivos tricíclicos (clomipramina y amitriptilina): aumentan de manera significativa la disponibilidad plasmática de la morfina. Etanolol: el uso concomitante con morfina produce potenciación mutua de la toxicidad, con aumento de la depresión central. Yohimbina: incrementa el efecto analgésico de la morfina y los efectos adversos de la morfina. Valeriana: el uso concomitante con morfina incrementa el riesgo de depresión respiratoria.

Alteraciones en los resultados de pruebas de laboratorio: El sulfato de morfina puede reaccionar con el reactivo de Folin-Ciocalteu, sobre todo en la cuantificación proteínica de Lowry.

Precauciones en relación con efectos de carcinogénesis, mutagénesis, teratogénesis y sobre la fertilidad: No se han realizado estudios controlados para evaluar el potencial carcinogénico, mutagénico o teratogénico de la morfina.

Dosis y vía de administración: Intravenosa, intramuscular, subcutánea, epidural, intratecal, intraventricular o subaracnoidea. Tratamiento del dolor agudo o crónico de moderado a severo (p.e. dolor óseo, dolor dental, artralgia, dolor de cabeza, mialgia, dolor postoperatorio): Adultos >50Kg: 2.5 a 15 mg IV/SC/IM, cada 2 a 6 horas, la dosis se puede ajustar en respuesta al dolor. Adultos < 50Kg: dosis inicial de 0.1 mg/kg IV, SC o IM cada 3 a 4 horas, con ajustes posteriores según el dolor. Niños 6 a 12 años: 0.1 a 0.2 mg/kg epidural intermitente, sin sobrepasar los 10 mg/día. Las dosis se deben reajustar de acuerdo con la respuesta y la tolerancia. Niños de 6 meses a 6 años: 0.05 a 0.2 mg /Kg cada 2 a 4 horas, sin sobrepasar los 5 mg/día. Niños < de 6 meses: 0.03 a 0.05 mg/Kg cada 3 a 8 horas. Dosis Epidural: Adultos: iniciar con 3 a 5 mg. Si al término de una hora no se ha conseguido una analgesia adecuada, se pueden administrar 1-2 mg adicionales. La dosis máxima epidural en 24 horas no debe ser mayor a los 10 mg. Para la infusión continua vía epidural, la dosis inicial es de 3 a 5 mg, seguida de 0.1-0.7 mg/hora. Las dosis pueden aumentarse a razón de 1-2 mg/día. Dosis Intratecal: Adultos: 0.2- 1 mg en una dosis única o como dosis de infusión intratecal continua. No deben superarse las dosis de 20 mg/día debido a que dosis más altas inducen tolerancia y pueden ser tóxicas. Como regla general, las dosis intratecales son el 10% de las dosis epidurales. Tratamiento del dolor crónico tipo oncológico: Subcutánea: Adultos y niños: En pacientes que no hayan recibido tratamiento previo con morfina por vía oral, la dosis inicial es de 0,5 mg/kg/día SC, preferiblemente en infusión continua (en lugar de inyecciones repetidas cada cuatro a seis horas). En pacientes que hayan recibido previamente morfina por vía oral, la dosis inicial es la mitad de la dosis oral administrada. Intravenosa: Adultos y niños: En pacientes que no hayan recibido tratamiento previo con morfina por vía oral, la dosis inicial es de 0,3 mg/kg/día, preferiblemente en infusión continua. En pacientes que hayan recibido previamente morfina por vía oral, la dosis inicial es la tercera parte de la dosis oral administrada. Vía epidural, intratecal e intraventricular: Iniciar con 5 mg, en caso de no obtener una analgesia adecuada, se pueden administrar 1-2 mg adicionales. La dosis máxima epidural en 24 horas no debe ser mayor a los 10 mg. Subaracnoidea: la dosis es de 0.2 a 1 mg como dosis única. Se recomienda no usar dosis repetidas a través de esta vía. Es recomendable iniciar con dosis bajas e incrementar paulatinamente hasta lograr controlar el dolor. Tratamiento de la migraña: Adultos: 10mg IM al inicio del dolor. Tratamiento del dolor anginoso asociado al infarto de miocardio o la angina inestable: Adultos: Iniciar con 2 a 5 mg cada 5 a 30 minutos según sea necesario en el control del dolor. Dosis de mantenimiento de 4 a 8 mg cada 4-6 horas. Para la inducción de la sedación: Adultos: dosis únicas de 4 a 10 mg IV o 10 mg IM. Esta dosis se puede repetir de acuerdo con la respuesta clínica del paciente. En el tratamiento de la disnea en pacientes con cáncer o enfermedad pulmonar: Adultos: 1 a 5 mg IV cada 4 horas. Dosis para Nebulización: 20 mg en 5 mL de solución salina cada 4 horas. Como coadyuvante en el tratamiento del edema pulmonar: Dosis: 0.05-0.1 mg/kg IV.

Manifestaciones y manejo de la sobredosificación o ingesta accidental: El sulfato de morfina puede causar intoxicación aguda a consecuencia de sobredosificación clínica, sobredosificación accidental en adictos o intentos de suicidio. Es difícil definir la cantidad exacta de morfina que resulta tóxica o letal para el ser humano. Los signos y síntomas presentados por intoxicación con sulfato de morfina son: estupor; si la dosis es demasiado grande, se presenta como profundo. Frecuencia respiratoria baja o puede haber apnea, así como cianosis. Conforme disminuya el intercambio respiratorio descenderá progresivamente la presión arterial. Las pupilas estarán simétricas y puntiformes; sin embargo, si la hipoxia es grave, pueden estar dilatadas. Disminuye la formación de orina; baja la temperatura corporal, y la piel se vuelve fría y húmeda; los músculos estriados se tornan flácidos, se relajan los maxilares inferiores, y la lengua puede caer hacia atrás y obstruir las vías respiratorias. En ocasiones se observan convulsiones evidentes en lactantes y niños. Cuando sobreviene la muerte se debe casi siempre a insuficiencia respiratoria. La tríada constituida por coma, pupilas puntiformes y depresión respiratoria sugiere de modo evidente intoxicación por opioides. Tratamiento:la primera etapa consiste en establecer la permeabilidad respiratoria y ventilar al paciente. La naloxona es el antagonista opioide recomendado, la dosis es de 0.4 mg y su repetición a intervalos de 10 a 15 minutos hasta una dosis máxima de 1.2-1.6 mg. Para revertir la intoxicación con opioides en niños, la dosis inicial de naloxona es de 0.01 mg/Kg. Si no se observan efectos después de una dosis total de 10 mg podrá ponerse razonablemente en duda la precisión del diagnóstico. El edema pulmonar que a veces acompaña a la sobredosificación de sulfato de morfina, mediante respiración a presión positiva.

Presentación(es): Caja con 1 o 5 ampolletas o jeringas prellenadas con 1 mL (25 mg/mL). Caja con 1 ampolleta o jeringas prellenadas con 2 mL (25 mg/mL).

Recomendaciones sobre almacenamiento: Consérvese a temperatura no mayor de 30°C en un lugar seco. Protéjase de la luz.

Leyendas de protección: Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta o permiso especial con código de barras. Su uso prolongado aun a dosis terapéuticas puede causar dependencia. Si no se administra todo el producto deséchese el sobrante. No se administre si la solución no es transparente, si contiene partículas en suspensión o sedimentos. No se deje al alcance de los niños. Su uso durante el embarazo y lactancia queda bajo la responsabilidad del médico. Se debe evitar su uso en personas cuyas actividades laborares requieran de la conducción de vehículos u operación de maquinaria pesada y/o de precisión. No se administre junto con bebidas alcohólicas, ni en estado etílico. Para su dilución o infusión, se recomienda el uso de soluciones de dextrosa al 5% o cloruro de sodio al 0.9%.

Nombre y domicilio del laboratorio: PSICOFARMA, S. A. DE C. V. Calz. de Tlalpan, No. 4369, Col. Toriello Guerra, C. P. 14050, Deleg. Tlalpan, D. F. México.

Nombre y domicilio del laboratorio: 080M2011 SSA I.

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